La piedra natural como el mármol, el ónix, el travertino y la pizarra pueden agregar un toque de elegancia al recibidor de la casa, las encimeras, el lavabo y la repisa de la chimenea. Sin embargo, son muchos los que evitan estas piedras porosas por rayarse con facilidad debido a los alimentos y limpiadores a base de ácidos. El cuidado y mantenimiento adecuados pueden reducir la decoloración y las rayaduras que se producen por el desgaste diario y alargar sorprendentemente la vida de este material. Te ofrecemos siete buenos consejos para limpiar la piedra natural.
Tipos de piedra natural
La piedra caliza, compuesta principalmente del compuesto químico carbonato de calcio es particularmente sensible al ácido. Para estas piedras, se recomienda usar un jabón suave no ácido con pH neutro. En estas se incluyen la piedra caliza, travertino, ónix, mármol y serpentina.
La piedra silícea es una opción mejor para la cocina, ya que es resistente al ácido de los limpiadores. Las piedras silíceas incluyen granito, pizarra, cuarcita, esteatita y arenisca.
7 cosa que hacer y que no hacer para limpiar superficies de piedra natural
Los consejos para una limpieza diaria rápida y fácil de toda piedra natural incluyen:
- Comenzar con un paño o esponja húmeda y suave y un poco de jabón con pH neutro. La mayoría de jabón para lavavajillas sirve.
- El uso de un limpiador abrasivo o incluso el lado áspero de la esponja puede dañar el sellador y dañar la piedra con el tiempo.
- Para la suciedad incrustada, usar un cepillo de cerdas suaves y limpie en movimientos circulares para evitar rayar la superficie.
- Secar siempre las superficies con una toalla suave inmediatamente después de la limpieza para evitar manchas.
- Evitar los productos de limpieza que no sean específicos para piedra natural. Si se usa limpiacristales para limpiar las manchas de un espejo sobre un lavabo de mármol, hay que asegurarse de que el producto no caiga en la piedra.
- Sacudir las alfombras con regularidad para evitar arrastrar suciedad que pueda dañar los suelos de piedra.
- Humedecer la mopa para limpiar las partículas de abrasivos y asegúrese de no arrastrar objetos, incluidos los accesorios de aspiración, por el suelo.
Un buen sellado marca la diferencia
Las piedras naturales están llenas de vetas que absorben líquidos. El mayor error que comete la gente es confiar demasiado en el sellado, que puede proteger la superficie de manchas, pero no previene la decoloración o las rayaduras. Si bien facilita la limpieza, no elimina la necesidad de un mantenimiento diario para mantener brillantes las superficies de piedra. Las limpiezas diarias y rápidas pueden ser de gran ayuda para evitar una limpieza potencialmente dañina o una reparación profesional.