Los que no entienden mucho sobre piedra natural podrían llegar a decir que, salvo obvias diferencias estéticas, el mármol y el granito son casi lo mismo. ¡Error! Ambas piedras tienen sus propias características, demasiado relevantes como para convertirlas en materiales individuales con personalidad propia. Ahora bien, ¿mármol o granito? ¿Qué es mejor usar para según qué cosas?
Granito
El granito es una roca ígnea (procedente de la masa en fusión que existe en el interior de la tierra) que está compuesta principalmente por cuarzo, mica y feldepasto. Es, además, una de las rocas que más abundan en los 5 continentes y según el área geográfica se suele utilizar de una manera o de otra.
Se trata de un material ultra resistente y muy estético que es perfecto, por ejemplo, para suelos tanto interiores como exteriores, pero también para encimeras, donde es uno de los materiales preferidos, y para el revestimiento de paredes interiores. También encajan muy bien en el baño y para la elaboración de frentes de chimeneas.
En cuanto a colores, la variedad es muy amplia: negro, rosa, verde, blanco… Casi se puede elegir a la carta.
Mármol
El mármol está compuesto principalmente por carbonato cálcico en un porcentaje que suele ser del 90% y aquí ya vemos la gran diferencia con el granito. El resto de su composición es variada y puede incluir minerales como el cuarzo, los óxidos de hierro o la pirita. Esta composición minoritaria es la que suele determinar el color final del mármol.
El mármol cuenta con una gran cantidad de colores y veteados y puede presentar cambios de contraste con pequeñas líneas o vetas e incluso sombras, lo que ayuda a conferirle ese aspecto tan característico. Es bastante duro y, si se mantiene adecuadamente, el paso del tiempo no tiene por qué notarse apenas.
Este material puede usarse tanto en interior como en exterior. En interior es recomendado para el baño (revestimientos, encimeras, etc.), también para la elaboración de suelos, elementos decorativos como mesas, mosaicos para suelos o murales en la pared.
En el exterior tiene muchas aplicaciones, aunque lo recomendado es darle un acabado rústico, más resistente a las inclemencias meteorológicas.
Ahora que ya sabes cómo puedes usar cada material, para decidirte solo necesitas tener una idea clara y acudir a una empresa especializada que pueda mostrarte un catálogo de propuestas en cuanto a colores y veteados para que escojas la que más te gusta.